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ESTILOS

Sencillamente padre

En una indagación sencilla, acerca de lo que significaba la palabra padre para algunas personas, definieron tal concepto en términos tan categóricos como responsabilidad, ejemplo, vida, locura, entrega, protección, amigo, constancia,  ternura y amor.

Sin embargo las expresiones utilizadas por algunos de los encuestados merecerían un análisis desde el punto de vista psicológico.

Vocablos como vacío, despreocupación, espermatozoide, lejanía, nada, pelea, cualquiera y olvido, son recurrentes para definir el criterio sobre paternidad de un número x de personas.

Las causas suelen y pueden ser muchas: abandono paterno, desamor y despreocupación están en el centro  de  cada historia.

No compartimos el criterio de que padre es cualquiera, como reza un dicho que oímos por ahí; a partir de la generalización de cómo asumen esta condición la mayoría de los hombres cubanos.

El concepto de paternidad ha sufrido una evolución, y esto no significa que años atrás nuestros progenitores no desempeñaran su rol y que nos dedicaran sus mejores obras y tiempo, pero  las cosas han cambiado.

Hoy los  hombres llevan solos o acompañan a las madres en cada acción referida a los hijos y realizan  y participan en actividades que antes eran inauditas o aisladas.

Son más los  padres en una consulta médica de sus niños, en una reunión de la escuela y en miles de circunstancias que tiene el infante en su vida.

No obstante aún  persiste determinados códigos machistas, incluso hace unos días salió en un diario cubano cómo a la periodista le fue imposible que los hombres, acogidos a la  posibilidad que da la ley  de maternidad de cuidar a sus hijos, mientras sus esposas trabajaban, accedieran a publicar sus testimonios.

Por desgracia no son todos los que orondos esperan en las puertas del salón  de parto o que después durante años se dedican a cuidar, proteger, educar y… alimentar a sus descendientes.

Hay un número de hombres que se “borran”,  como diríamos en el argot popular, cuando más sus hijos los necesitan.

Descuidan las visitas sistemáticas, no se ocupan de sus cosas elementales como la salud y la educación e incluso se desentienden por completo de la manutención que les deben pasar.

“Amar a distancia” podría ser la realidad  de aquellos que dicen querer a sus descendientes y pecan de las realidades anteriormente enumeradas. Otros les pasan el dinero mensualmente, la cuota nunca falla, pero… ¿dónde está el amor? Por supuesto llegará el día que les pase como al viejo Andrés, al que se refiere el spot de la televisión cubana.

Cariño, protección, pero sobre todo responsabilidad son categorías que deben ir al unísono en cuestiones de paternidad.

Como diría Franco de Vita, no basta con traer los hijos al mundo porque alguien dijo que eran la base del matrimonio, tampoco con llevarlos a la escuela, con darles un poco de afecto, ellos se merecen mucho más.

Ellos esperan que los apoyes cuando tienen problemas, que se les escuche…

 Un padre le hace falta a un niño, por su protección y amor; a un adolescente, por su confianza y amistad y a un adulto, por su compañía y consejos.

 

 

 

Lo grande de ser maestro

Es bastante difícil que alguien olvide la primera maestra(o) que tuvo en la vida, quien nos enseñó las letras, los números, nos habló de José Martí; aquella persona que por azar fue abriendo poco a poco las puertas de la curiosidad y del conocimiento.

Hoy voy a hablarles del maestro, ese ser que merece y a veces no recibe todo el reconocimiento social y moral que se le debe, ese profesional, que con la disciplina como antesala, se dispone cada día a escalar dificultades y es capaz de llegar al aula con la mejor de sus sonrisas y el carácter alegre.

Y fíjense que hablo del maestro. Maestro es una profesión que puede estudiarse para adquirir los conocimientos necesarios, pero en realidad Maestro se nace.

Sino cómo justificar esas personas que dedicaron sus vidas al magisterio y que como formación vocacional recuerdan sus juegos de la infancia en que repetían las lecciones a muñecas o a objetos inanimados.

Un maestro encierra en sí una liga imprescindible de exigencia y amor, son dos cosas que debe llevar a la par, ni mucho de una y poco de la otra, las dos en equilibrio y en su justa medida.

Saber cuándo requerir o dar una caricia, llenar las lecciones y los números de esa sabia experiencia, que no tiene que ser dada por el tiempo, sino por el amor a la profesión, por el discernimiento para tratar las individualidades de sus alumnos.

Aún recuerdo una historia que alguien me hizo de su Maestro, uno de los con mayúscula, trabajador de una escuelita  de campo, que al tener una alumna sin zapatos, tenía como ritual que todos, hasta él,  entraran al aula descalzos. Así de forma sencilla este hombre lograba que sus niños fueran iguales.

En esta profesión se puede hacer mucho bien, pero también mucho mal; bajo las manos de los educadores está el futuro de un país, de ellos depende la formación de valores y principios que acompañarán a las generaciones actuales y venideras. Son como sembradores de enseñanzas, de frutos que a la larga se recogerán. Si la semilla es buena… si no…

El respeto por los símbolos patrios, el amor por la tierra en que se nace, por los mártires que hicieron la historia son requisitos que un buen maestro trasmite año tras año a ese séquito que lo acompaña durantes meses: sus alumnos.

Estos últimos son, a largo y mediano plazo, el reflejo de la persona que está frente al aula.

Si tenemos un buen arsenal de abogados, médicos, periodistas, economistas, científicos… es porque hubo quien los formara, y esto es un reconocimiento para todos los que abracen el magisterio. No hay una persona más importante en la sociedad.

El maestro cubano, desde aquellos adolescentes que fueron a la campaña de alfabetización, y las demás batallas como  los primeros integrantes del contingente Manuel Ascunce Doménech, y otras, se ha caracterizado por su espíritu de entrega, por su abnegación y por el desinterés hacia las cosas materiales.

Fieles a las ideas de Rafael María de Mendive, José de la Luz y Caballero, José Martí y de Fidel no forman parte de un gremio que se dedica a pedir o a exigir cuestiones materiales, sino que más bien conforman su mundo en la superación profesional, en la investigación y en los valores espirituales que le puedan reportar sus aportes de tantos años.

Ver a sus alumnos ya profesionales, encontrárselos en la calle, disfrutar de su obra,  es el mejor galardón que le pueden dar a un maestro, y si tiene dudas pregúntele a uno y no se dedique solo a escuchar, sino además a escudriñar en su rostro, entonces obtendrá la respuesta que miles  de palabras no le pueden proporcionar, porque como dijera Simón Bolívar: “El objeto más noble que puede ocupar el hombre es ilustrar a sus semejantes”.

 

 

Histrión es el nombre de este grupo

Histrión es el nombre de este grupo

Hola, hace días que no puedo actualizar el sitio, hoy les traigo la foto de un grupo de teatro de la calle pinareño, de esta región de Cuba, creado hace poco tiempo.

El mismo está integrado por jóvenes instructores de arte, los mismos que enseñan a los niños en las escuelas primarias los principales conocimientos en los diferentes géneros de la cultura.

Ahora, en tiempo extra, ellos dedican su tiempo a llevar el teatro a las calles.¡Buena idea! ¿No creen?

Qué es ser cubano....

Ser cubano no significa solamente nacer en Cuba y vivir en ella. Más bien se llega a merecer de veras el gentilicio cuando hacemos las cosas acorde a nuestra idiosincrasia.

Un cubano no llega a ser el tipo chabacano, pero tampoco el empedernido, por nuestra sangre corre esa gracia de verle a todo el lado bueno y de salir victorioso hasta de las peores derrotas.

Si hay un grupo se define muy bien cuál es el procedente de Cuba, por su desenfado, su cultura y también por su forma de ser.

Aunque hay excepciones, en su mayoría somos jaraneros, nos gustan mucho los chistes y siempre tratamos de verle el doble sentido a cualquier cosa.

Somos muy sensuales. Difícil que a un cubano del sexo masculino le pase una bella muchacha por el lado y no le “suelte” un piropo, de esos que hace ruborizarse a cualquier mujer.

Así somos, pero eso no quita la seriedad y la inteligencia que caracteriza al cubano medio. La creatividad, la consagración y la constante superación son cualidades que nos adornan, y esas nadie nos las puede quitar.

Nos gusta mucho el baile, sobre todo aquellos ritmos que nos hacen movernos de verdad y que nos lleva a divertirnos. Siempre dispuestos a pasar un buen rato.

Somos amigables. Esta característica podríamos decir que es la que nos identifica. A lo largo de la historia el hacer relaciones, el brindar lo que tenemos, el dar nuestros conocimientos y potencialidades a los pueblos que lo necesitan ha sido un sello propio de este país.

Por naturaleza somos hospitalarios, muchos visitantes se quedan encantados con el carácter jovial de mis coterráneos. Aquí los he visto compartir de tú a tú, caminar por nuestras calles y asombrarse de cómo vivimos a plenitud, y que a pesar de algunas carencias materiales somos felices porque estamos en Cuba.

Somos cubanos porque, más que todo, amamos este pedazo de tierra, que según algunos en el mapa mundi parece un caimán, pero que para nosotros es algo así como nuestro amuleto.

Mito y realidad en la galería Guerrillero

Mito y realidad en la galería Guerrillero

Con el objetivo de incentivar el desarrollo del grabado en al provincia pinareña y promover la obra de creadores de varias generaciones de graduados y estudiantes, se inauguró en la galería Guerrillero la exposición Mito y realidad, en la que se exhiben 21 piezas.

La muestra exterioriza el tratamiento de diversas temáticas que van desde el mundo interior de los artistas hasta aristas que tocan más los tópicos sociales o simplemente figurativos.

Variedad es la palabra exacta para caracterizar las técnicas utilizadas por los autores, que van desde una única monotipia, hasta la linoleografía, xilografía, calcografía, colagrafía o el experimento gráfico.

Obras  de artistas de renombre como Marcos González Yaver, maestro del grabado en Pinar del Río, o de Israel Naranjo, José Luis Lorenzo y  Liam Perdomo integran la lista de los expositores.

Mientras otros nombres como Marcelino Díaz Fabelo, Yasser Curbelo, Januar Valdés, Maylia Núñez, Juan Esquijarosa , Anaidiris Martínez, Odeibis Gato, Pedro Pablo Blanco y Sulecman Fuentes, se insertan en varias generaciones que siguen los pasos de su maestro.

Los bisoños, los aún no graduados, también dan sus primeros pasos en el mundo de las galerías,  por ello Gabriel García Bobosko exhibe una calcografía sin título, Carlos Alberto Suárez incursionó con Gulber, una linoleografía; basada en el poema homólogo de Jorge Luis Borges.

 José Reyes en su propuesta La lluvia y Ricardo del Valle, quien desarrolló su obra a partir del poema El tigre, también de Borges,   utilizaron la linoleografía. 

Luis Ángel Valdés expuso la obra Undergraund, quien a mi juicio se introduce en los problemas más existenciales del hombre.